Cuando decidimos que revestimiento ha de tener el baño, tomamos la decisión en base a dos criterios: el funcional en la que damos la mayor importancia a su practicidad, su facilidad para la limpieza y su calidad, y al estético ya que los revestimientos definen el ambiente que queremos crear, los dotan de personalidad propia y además son un reflejo de nuestra personalidad.
La madera como elemento decorativo es eterna e imperecedera, simboliza la naturaleza y nos proporciona calidez y sensación de hogar, pero su utilización en zonas húmedas es muy complicada. El gres porcelánico reproduce a la perfección visual y tactilmente este elemento natural y es perfecto para cocinas y baños.
En una de las obras que estamos realizando hemos optado por este material. Con una medida de 22,5 x 1 metro de ancho, reproduce a la perfección “tablones” de madera y queda integrado en el baño cumpliendo las dos funciones de las que hablabamos al principio.
