Una gran cocina no siempre es sinónimo de comodidad o amplitud. La distribución de los muebles y su color, elegir pintura y azulejos o solo azulejos, tener una península o una encimera corrida, etc….determinan las posibilidades y la utilidad que le vayamos a dar. Matilde, nuestra clienta de hoy tenía un gran espacio dedicado a la cocina, pero no le resultaba operativa ni cómoda para su día a día. En esta obra el resultado final es impresionante ya que además de modificar la organización interna de la cocina para aprovecharla al máximo, el colorido y los azulejos la convierten no solo en un lugar de trabajo, sino en un lugar imprescindible en el hogar. El primer cambio consistió en retirar los antiguos azulejos de la pared y una vez retirados se alisó para poder pintarla; el color elegido fue el azul portugués, un color intenso, relajante y muy elegante acorde con los azulejos hidráulicos porcelánicos que son los protagonistas indiscutibles de esta cocina. Una vez tirado el tabique y cerrada una puerta que estaba inutilizada, se cambió el suelo y se colocaron los nuevos muebles en superbrillo blanco, la peninsula nos sirvió para colocar la vitrocerámica (ganando así mas espacio en la zona de trabajo) y sobre ella colocamos una campana extractora de diseño. Nos decantamos por una iluminación con halógenos (que economizan y son mas higiénicos en la cocina) y cambiamos las cortinas por estores (realizados por Tapicerías Gamito) que rematan el aspecto de esta cocina.
Os incluimos fotos del antes, del durante y del después para que juzgueis vosotros mismos…
Os animáis a una renovación ??
