La cocina ha sido y será el centro de cualquier casa y a la hora de diseñarla (ya sea en una casa nueva o en una reforma), hay una serie de “requisitos básicos” que debe cumplir para ser perfecta.
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Sus dimensiones y su forma son esenciales para definir su diseño. En el caso de cocinas alargadas con menos de 2 metros de ancho se recomienda una distribución tradicional en línea. Si son alargadas y anchas es preferible que los muebles se monten en paralelo; las cocinas en espacios totalmente cuadrados, se aprovechan más si se distribuyen en forma de “U”; para aquellas cuya distribución es en forma de “L” las posibilidades de distribución son variadas ya que este tipo de cocinas, nos permitirán tener un gran espacio de almacenaje, zonas amplias de trabajo e incluso una zona para comer, sin elementos que impidan la circulación por ella.
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Las paredes deben cumplir además de su función práctica, una función estética, es decir, reservar los alicatados para las zonas de trabajo y pintar o empapelar las paredes que quedan fuera de estas zonas.
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El suelo debe ser práctico pero sin renunciar a la estética. Lo ideal, un suelo de tipo porcelánico del mayor tamaño posible (para evitar que anide la suciedad en las juntas), que siga las tendencias decorativas actuales sin ser demasiado “estridente”.
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En cuanto a los electrodomésticos, es fundamental definir las necesidades reales que se vayan a tener, ya que son una partida muy importante dentro del presupuesto. Muy importante en este apartado es la campana extractora, ya que es necesario que cumpla dos requisitos básicos (además del estético: que sea poco ruidosa y una correcta absorción (imprescindible estos dos requisitos en caso de que la cocina sea abierta).
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Por último, definir una correcta iluminación de la cocina adecuada para cada área de trabajo.
Así que ya sabéis, si estáis pensando en reformar vuestra cocina tener en cuenta todos estos aspectos, hará que sea la “cocina perfecta”.
