El final del verano no solo significa un cambio de temperatura, sino un cambio general en todo nuestro entorno. Así como cambiamos nuestro calzado o nuestra ropa, los elementos de nuestro hogar también se van modificando. Seguir estas sencillas indicaciones, nos ayudaran a hacer más fácil este tránsito entre estaciones y tener la casa totalmente preparada para el Otoño.
En primer lugar además de hacer la limpieza general (que es prácticamente obligatoria) aprovecharemos para deshacernos de todo lo que no necesitamos y “sacar” así un poco de espacio extra en la casa. Anticiparnos a los posibles problemas que puedan tener aquellos elementos del hogar que no hemos usado en verano, nos evitará dolores de cabeza y gastos innecesarios, así que revisar la caldera, el sistema de calefacción y purgar los radiadores será una de las primeras tareas a realizar.
Aislar puertas y ventanas, una correcta climatización de nuestra casa nos permitirá además de ahorrar energía, que el frio no se cuele en casa.
Rescatar las mantas y las fundas nórdicas para tenerlas a mano en cuanto las necesitemos. Llevar las alfombras a la tintorería (o recogerlas los más precavidos) para tenerlas a punto y “vestir” la casa ya que ,además de decorar, también aíslan del frío, contribuyen a la creación de ambientes más confortables y al ahorro.
Renovar algún textil de la casa (cojines, mantas, cortinas o faldas de camilla) y ponerlos en el colores tendencia de este otoño, nos ayudaran a dar ese aire de novedad que nos aporta una mayor ilusión en el hogar. Y no olvides preparar un lugar en la entrada de la vivienda para depositar paraguas, bufandas, botas de agua y abrigos, nos ayudará a mantener el orden y la limpieza en casa ademas de ser la mejor bienvenida a nuestro hogar.