El éxito del Papel Pintado radica principalmente en la capacidad que tiene para transformar un ambiente de manera rápida, sencilla y con unos resultados increíbles, además de su fácil mantenimiento y limpieza. Actualmente, existen muchos tipos de papel pintado que incluso permiten empapelar zonas que antes este material tenía restringidas:
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El papel más básico y económico es el papel ligero. No tiene ninguna protección, así que para mantenerlo en buen estado, debemos tener cuidado de no rozarlo ni mancharlo
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También está el papel pintado vinílico, que añade a la capa de papel otra de este material y que es especialmente aconsejable en aquellas estancias muy iluminadas o con mucha humedad por su resistencia al agua y la luz.
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Por otra parte están los papeles de tejido no tejido (son aquellos cuya colocación se realiza encolando la pared y no el papel) y que su composición es a base una capa textil y otra de vinilo; también es altamente resistente y se recomienda su utilización en zonas con tránsito, por ejemplo los pasillos ya que se limpia con mucha facilidad y es más dificil hacerle rozaduras.
No obstante, lo más importante del trabajo con este material, es su colocación y que esta sea por parte de profesionales, ya que si no está bien puesto no obtendremos ni los resultados técnicos ni estéticos esperados.