Al igual que en el mobiliario del hogar, el color marrón (que es una apuesta segura y un clásico) en muchas ocasiones no es el más apropiado si queremos sacar el máximo partido a nuestra casa. En la reforma de hoy la idea principal sobre la que gira el cambio es en utilizar como color de base de la cocina el blanco, un color limpio, luminoso y atemporal que nos permite además jugar con la pintura, los azulejos y el suelo.
Contar con la confianza total de los propietarios de esta vivienda que nos han dado libertad absoluta para comprar y elegir todos los materiales de construcción, decorativos e incluso los electrodomésticos, nos ha permitido conjugar funcionalidad y diseño en una misma reforma. En cuanto a los cambios estructurales de la cocina, el principal ha sido cerrar una ventana que no tenía apenas utilidad para poder colocar el despensero, que además de aumentar el espacio de almacenaje, le da el aspecto de continuidad que buscabamos.
Las puertas lacadas en blanco, con tiradores de concha en acero inoxidable y la encimera de compac gris, le dan un aspecto sobrio y elegante que nos ha permitido una combinación perfecta con la pintura, los azulejos “tipo metro” de la pared y el color del suelo hidráulico. Para nosotros ha sido un verdadero placer hacer esta reforma por la confianza que estos clientes han demostrado en nosotros de principio a fin. ¡Muchisimas gracias!
Después:
Antes:
